Diario íntimo de un jeropa

Corría el año 2000 o 2001, no recuerdo bien. Era la primavera delarruista. Las chicas deliraban con grupos como Caballeros de la Quema y Linkin Park y la Bersuit llegaban para confirmarnos que el futuro el mundo iba a ser una mierda, sobre todo en materia de música. Yo pensaba en esa época en tatuarme la cara de Chacho Alvarez o de Cecilia Felgueras (Gracias a Dios nunca fui un tipo muy decidido).

Yendo al punto, yo trabajaba por esos años en la agencia NA mientras estudiaba Economía en la UBA y delitos excarcelables en TEA (si donde enseña el groso recontra groso de Alberto Ferrari). Era mi último año en la casa de altísimos estudios periodísticos y nos tocaba Taller de Radio. Un curro total. Imagínense si sería curro que dentro de ese curro total y constante que era TEA, esa materia llamaba la atención. Así como te lo digo.

Teníamos dos "profesores" bien pero bien grosos. Uno creo que se llamaba Alejo Luna y del segundo nunca supe bien el nombre, tal vez porque falté el primer día y después llegaba siempre tarde a clases pero me parecía que era Diego o Damián.

Luna era el arquetipo del loser total. No generaba respeto ni atención ni aunque hubiese entrado con un arma a la clase. El colmo fue cuando, caliente como estaba con I., una rubia divina que lo volvía loco, la llamó un sábado a las 12 de la noche!!!!!!!!!!! para preguntarle si tenía alguna duda con el trabajo práctico que le había encomendado para la semana siguiente y se ofrecía para ayudarla EN ESE MISMO MOMENTO si ella quería!!!! Un capo el tipo, no se cuántas minas se habrá ganado así pero si lo intentó es porque alguna vez le dió resultados, así que hay que respetarlo al hombre.

No voy a contar acá más detalles sobre cómo siguió el taller con todo el curso sabiendo de las peripecias de Luna y cómo la rubia lo forreó ante la mirada nuestra hasta el último día porque no viene al caso. Lo que quería graficar es que al lado de Luna, el otro profesor -el tal Damián o Diego- era considerado por todo como el "jeropa". Así nomás: "el jeropa", nunca supe quién lo bautizó así pero me parecía que pegaba con su cara y su conducta.

Nunca más lo vi en mi vida desde que terminé TEA pero cada vez que nos cruzábamos con algún compañero de curso nos poníamos a boludear sobre "qué será de la vida del jeropa". A veces salían cosas divertidas como que era un Susano, o vocero de Mario Mazzitelli, comentarista de los foros de Perfil, compañero de Paddle de Guillermo Lobo, etc. (bueno no son tan divertidas por escrito pero les aseguro que con un par de birras encima o algún chocolatín es otra cosa)

Pasaron los años, me hice bloguero rentado y nunca más supe nada del hombre en cuestión hasta que leí en el blog de Gerardo Fernández la que sería la nota pedorra, gorila y con más prejuicios y lugares comunes de la época kirchnerista. Y vi que la firmaba un tal Diego Sehinkman.

De entrada no me resultó conocido. Lo guglié y...........ME ENCONTRE CON EL QUERIDO JEROPA. Una alegría inmensa. Lástima que me fui al interior y ya no me cruzo con los pibes de TEA pero se que ellos también deben estar muy contentos.

Bueno, no quería decir nada con esta parrafada solo intentaba reflejar dos enseñanzas que nos deja la nota de Sehinkman

1- La Argentina es un país abierto en el cual cualquiera que se esfuerce puede recibirse en una carrera de grado y hasta puede escribir un libro.

2- En la facultad de Psicología no piden el carnet de pelotudo en el ingreso. Tampoco las editoriales.

Ah!!... y una 3era.: en mi curso eramos bastante limitados y nunca pudimos entrever que Sehinkman tenía todo un futuro como comentarista banana en La Nación.

En tu cara Carlos Reymundo Roberts.